Alcanzar rendimientos récord exige tomar decisiones adecuadas desde el mismo momento de la siembra y no descuidar detalle hasta la cosecha. Claro que en ese lapso pasa casi de todo, pero sin dudas el manejo de plagas y enfermedades es uno de los grandes espacios de decisión donde un error se paga con menos kilos de cosecha. Los Ingenieros Carlos Grosso y Pablo Ponzio integran un grupo de productores líderes. Trabajan más de 10.000 hectáreas en la zona Centro oeste de Santa Fe y Centro oeste de Córdoba y sus asesores son los Ing Héctor Baigorrí, Marcelo Carmona y Daniel Igarzabal, y cada dos años los visita el Doctor Dirceo Gassen de Brasil con quien mantienen una relación de intercambio de conocimientos y ensayos.

En un campo gerenciado por ellos, ubicado en la localidad de Piamonte, provincia de Santa Fe, el Servicio Técnico Syngenta organizó una jornada a campo para productores de la zona con el objetivo de incentivarlos a maximizar sus rendimientos y su rentabilidad a partir de consensuar criterios sobre manejo de plagas y enfermedades. 

A propósito de este tema el Ing Carlos Grosso cuenta que su grupo productivo dispone de un  sistema de monitoreo integral de plagas en lotes que vienen desarrollando hace más de 6 años y que esta semana terminan de certificar bajo normas ISO 9000.  Y gracias a este sistema pudieron medir el importante ataque de oruga bolillera que sufrieron.

Ing. Ponzio explica a sus pares cómo trabajaron

“Ya en V1 encontrábamos orugas bolileras, las trampas de luz estuvieron siempre por sobre los umbrales de acción emitiendo alertas. Para dar una magnitud de la presencia de esta plaga podemos decir que las trampas emiten el alerta con 13 bolilleras por captura en trampa, y estuvimos durante dos meses con más de 40 bolilleras y hasta 200 por noche. Un número inusual”, afirma Grosso. 

“Teníamos el 100% de los lotes con esta plaga y para combatirla tuvimos que hacer hasta tres tratamientos en muchos lotes”. Y agrega. “No estábamos acostumbrados a esta cantidad de tratamientos, al principio pensábamos que nos estábamos excediendo y llegamos a preocuparnos bastante.

Por suerte prevaleció el consejo de nuestro asesor el Ing. Daniel Igarzabal quien nos hizo entender que era lo que teníamos que hacer para combatir semejante cantidad de orugas. Por el tamaño de la soja no podíamos esperar residualidad porque esta oruga pone huevos en hojas nuevas. Hoy viendo los cultivos que tenemos podemos decir que tomamos una muy buena decisión”.

Con respecto a herramientas concretas usada para el control el Ing Grosso cuenta: “aplicamos muchos productos. Cuando la planta era chica el objetivo era tratar de controlar la plaga más que buscar residualidad. A medida que la soja empezó a dar hojas aplicamos Curyom, por consejo de nuestros asesores, y la verdad es que controlamos muy bien. Los cultivos no tratados con insecticidas van a tener pérdidas de más de 1000 kilos por hectárea”, afirma.

Enfermedades, el otro gran frente:

En esta campaña tuvieron una alta incidencia de Mancha de Ojo de rana en planta y en hojas detectaron también Septoria glicines, y en menor medida Philoctita spp. y bacteriosis.

En la Jornada de El Trebol estuvo presente el Ing Marcelo Carmona quien brindó detalles sobre cada enfermedad y explicó el manejo que se realizó en esos lotes. Al respecto el Ing Pablo Ponzio, productor e integrante del grupo junto al Ing. Agr. Carlos Grosso, sostuvo que el gran problema a enfrentar fue  la temprana presencia de Mancha de ojo de rana (Cercóspora Sojina) que tanto en Córdoba como en Santa Fe apareció con mucha fuerza.  “Durante los primeros 10 días de diciembre en esta campaña estaban en la misma situación que los primeros 10 días de marzo de la campaña anterior en lo que respecta a la incidencia de la enfermedad”, afirma. 

“La mancha de ojo de rana en la campaña anterior nos dejó lotes con pérdidas de 800 y hasta 1000 kilos por hectárea.  Actualmente tenemos mancha de ojo de rana en todos los lotes, pero la venimos combatiendo. Para pararla hicimos algunos tratamientos con Carbendazim cuando la soja estaba en estado vegetativo tratando de frenar el inóculo, sobre todo porque había lotes muy atacados. Pero una vez que las plantas entraron en estado reproductivo estamos aplicando estrobirulina con triazol, más específicamente usamos Amístar Xtra por consejo de nuestros asesores”.

“Hoy estamos en R3 y podemos decir que el testigo está mucho más afectado por la enfermedad que los tratados, las diferencias posteriores las vamos a ver con la persistencia y residualidad y el número de lesiones”.

El tratamiento de la enfermedad les ha permitido a estos técnicos realizar sus propios ensayos. A tal punto que en la reunión presentaron las experiencias que ellos mismos realizaron en la localidad de Piamonte donde se hicieron pruebas con Carbendazim sólo, con Amístar Xtra sólo, con Amístar Xtra más Carbendazim y con Cypress. 

Ing. Carlos Grosso

“Hasta el momento lo que dio en el conteo fue menos incidencia de mancha en hoja en las plantas donde aplicamos Cypress en las cantidades que indica el marbete del producto. Igualmente vamos a volver a hacer un conteo dentro de dos semanas y vamos a evaluar bien cómo rindieron los fungicidas porque recién en ese plazo podremos evaluar la residualidad de cada uno”, afirma Ponzio.

Consultado sobre la política que tienen como organización de productores el Ing Ponzio sostiene: “si uno se deja estar la agronomía y el campo te pasan por arriba. Uno siempre dice que en el agro ya está todo dicho y todo hecho y en realidad no es así. Siempre salen al mercado nuevos productos y tecnologías que nos permiten buscar nuevas metas y nos posibilitan seguir evolucionando en el manejo de cultivos”. 

En relación a esto el Ing Carlos Grosso sostiene que por la metodología de trabajo que tienen están convencidos que existe un potencial muy alto en los cultivos que se está desaprovechando. Y en ambientes con grandes potenciales los errores se pagan caro. “Es muy ambicioso pero como grupo nos hemos planteado la meta de alcanzar más de 6000 kilos en al menos 500 hectáreas. Hasta ahora estamos por ese camino y las proyecciones que estamos haciendo nos señalan que podemos lograrlo, claro  si el clima nos sigue acompañando, concluye.